jueves, 30 de diciembre de 2010

LOS LORING Y LA VERDAD DE LA CONCEPCIÓN


La mayoría de los árboles centenarios del jardín botánico los trajeron los Loring de fincas de Europa y el mundo
Pilar y Mercedes Heredia Loring, nietas de Amalia y Jorge. Una de las hijas de ambos se casó con su tío, de ahí la inversión de apellidos.
JARDÍN ORIGINAL
Palma del Sagú

Especie: 'Cycas circinalis'.
Características: Procede de India, Tailandia, etc. Los dos ejemplares que tiene La Concepción son los mejores de la Península y Europa cultivados al exterior. Su tronco de más de 5 o 6 metros se ramifica en tres o más brazos y sus hojas se usan para decorar templos en Indonesia, Malasia y Sri Lanka.
Sagú del Japón

Especie: 'Cycas revoluta'.
Características: Planta parecida a la anterior, pero de porte menor. Originaria de China y Japón. De la médula de su tronco se extrae una sustancia feculenta alimenticia conocida con el nombre de sagú. Los ejemplares importantes que se encuentran en La Concepción han tardado muchos años en crecer.
Ficus de hoja de magnolio

Esp.: 'Ficus macrophylla'.
Características: Este árbol australiano llama la atención por su tronco con contrafuertes, raíces serpenteantes y raíces aéreas que cuelgan de las ramas y van arraigando en el suelo, formando troncos secundarios. Este ejemplar es uno de los árboles más importantes del jardín.
Laurel de Indias

Esp.: 'Ficus microcarpa'
Características: Árbol originario del Sureste de Asia, India y Australia, y muy difundido por las regiones cálidas del Globo. Pertenece al mismo género que la higuera (Ficus carica). En La Concepción hay varios magníficos ejemplares desde el origen del jardín.
Bambú común

Especie: 'Bambusa vulgaris'.
Características: Procede de Asia Tropical y se cultiva ampliamente en las regiones tropicales y subtropicales. Las primeras plantaciones datan de 1855 en Inglaterra y en Anduze (Francia). Son plantas muy antiguas (Mioceno), y rústicas. Adaptables a nuestro clima.
Livistonia saribus

Especie: Ídem.
Características: Procede el sur de Asia. Tiene hojas brillantes de color verde claro y en los peciolos de las hojas, grandes espinas ganchudas y negras. Muy poco cultivada en España, sólo es conocida en las colecciones de palmas. Ahora se introduce más en la jardinería de zonas de clima cálido.
Araucaria de Nolfork

Especie: 'Araucaria heterophylla'.
Características: Las araucarias son los árboles más altos de La Concepción, llegando algunos -como éste, que es el árbol más alto de la provincia- a los 45 metros de altura. Esta especie procede de la isla de Norfolk (Oceanía). Sus troncos se usaban como palos mayores de barcos.
Livistona de Australia

Especie: 'Livistona australis'.
Características: Palmera australiana alta y robusta que puede alcanzar unos veinticinco metros de altura ( la imagen, en concreto mide unos diecisiete). El tronco es muy característico, lleno de dibujos que le confieren gran belleza.
Palmera china de abanico

Especie: 'Livistona chinensis'.
Características: Esta especie, originaria de China, islas Ryu Kyu (pertenecientes a Japón), islas Bonin y otras cercanas, es parecida a la anterior; pero sus palmas son más ornamentales, y los extremos de sus segmentos cuelgan de forma muy regular y característica.
Cerezo del natal

Especie: 'Carissa grandiflora'.
Características: Arbusto pequeño que posee hojas ovaladas, con la base redondeada, verde brillante. Posee espinas bifurcadas. Flores solitarias, blancas con cinco pétalos. Fruto rojo, baya, comestible. Adecuado para hacer setos vivos, porque su denso follaje y las espinas lo hacen impenetrables.

Glicina En Málaga no paran de llamarla"GLICINIA", pero el nombre es GLICINA

Esp.: 'Wisteria sinensis'.
Características: Las glicinias son plantas de tallos muy leñosos y follaje caduco que pueden alcanzar grandes tamaños apoyándose en verjas, pérgolas o árboles. Es una de las trepadoras más fuertes y longevas que hay. Los 12 pies plantados en el cenador de La Concepción, suben sus brazos por los árboles cercanos hasta 20 metros.
Azahar de China

Esp.: 'Pittosporum tobira'.
Características: Arbusto perenne, de porte arbóreo, que alcanza los 8 metros de altura. Hojas alternas, verde oscuro en el haz y más claro en el envés. Flores blanco-crema con olor a azahar que se presentan en inflorescencia terminales. El fruto es una cápsula cubierta de pelos.
Era una bonita historia. Casi una leyenda. ¿A quién no le gustaría que su padre le obsequiase para su boda con la finca de La Concepción? Durante muchos años se pensó que el industrial Manuel Agustín Heredia, el padre de los Altos Hornos de Marbella y el impulsor de la siderurgia en Málaga, había regalado a su hija Amalia este jardín al desposarse con Jorge Loring. Málaga nunca fue una gran ciudad de nobles, así que la alta burguesía del siglo XIX tenía que generar bonitas historias que contar de la ciudad. Pero el pasado documentado no falla. Los datos de un siglo tan cercano, donde la escritura ya tenía un papel relevante en cualquier transacción importante acabaron sacando a la luz que este hecho, encantador y decoroso para muchos, era sólo un bonito cuento. Esta finca no fue un regalo, ya que fue adquirida años más tarde de que muriese el industrial malagueño, según se desgrana en el ejemplar 'La Concepción. Testigo del tiempo'.
La décima
«Se decía que La Concepción fue el regalo que Manuel Agustín Heredia hizo a su hija Amalia (la décima de sus doce vástagos tenidos con Isabel Livermore Salas, hija del curtidor de pieles inglés Thomas Livermore Page) por su boda con Jorge Loring en 1850, un obsequio de nada menos que 65 hectáreas. Sin embargo, hoy día ya se sabe que no fue así, como han demostrado varios autores», indica el volumen, escrito por Francisco García Gómez y coordinado por Blanca Lasso. Con este descubrimiento se acabó con uno de los principales mitos de La Concepción. Y ahora, estudios realizados por las biólogas Trini Sánchez, Belén Verdú, Amelia Denis y Blanca Lasso, así como por la jardinera Mari Carmen Martínez, incesante buceadora de la historia de la finca, han concluido que La Concepción, tal y como la conocemos, fue adquirida poco a poco por la pareja, añadiéndole nuevos terrenos.
Primero, compraron buena parte de la finca, entre los años 1856 y 1857. Y, más tarde, le añadieron la hacienda de los mininos. Siempre se hace referencia a La Concepción como hacienda, lo que pone de relieve su carácter de finca agrícola.
La zona del jardín histórico que hoy conocemos se realizó, en su mayoría, con plantas traídas de jardines, palacios y fincas europeas, que los Loring-Heredia conocieron durante su viaje de luna de miel que duró seis meses por el Viejo Continente y también gracias a la influencia y contactos del jardinero francés Jacint Chamousset, que la pareja contrató y que, seguramente, diseñó el jardín. Como escribe Lasso en el ejemplar 'Personajes ilustres de Málaga', los documentos de Rodríguez de Berlanga hablan de que la pareja vislumbró la idea de realizar un jardín paradisiaco en Málaga cuando conoció los bellos jardines franceses, italianos, ingleses y suizos, entre otros.
Fue la pareja Loring-Heredia la que durante años fue adquiriendo, sobre todo de Europa, las plantas que irían poblando el mejor jardín subtropical del continente al aire libre. Y, seguramente el refinado gusto de su jardinero francés ayudó a esta tarea. Pero todos los historiadores se decantan porque el matrimonio, cuyo nivel cultural era considerado el más elevado de todas las parejas de la burguesía local (y nacional), como indica el historiador Francisco García, tenía muy clara la idea de cómo sería La Concepción. A su interés por la botánica se le unía su «finísima sensibilidad hacia la historia, la arqueología, la literatura, el arte, que supieron plasmar -y compendiar- a la perfección en su hacienda, y que constituyen casi un caso aparte en la sociedad malagueña del siglo XIX. La cual, todo hay que decirlo, no destacó en exceso por sus inquietudes culturales», puntualiza García.
Así, aunque al parecer Amalia era la que se decantaba más por la botánica, Jorge Loring también estaba interesado en las mejoras de su finca de recreo, como cuenta Blanca Lasso. Él, que era ingeniero, fue el principal artífice del puente carretero (el mayor de la finca). El edificio principal se asemejaba mucho a uno que la pareja había visto en Florencia, según Padrón Ruiz, quien también indica que La Concepción era «una de las mejores posesiones rústicas que hay (había) en Andalucía».
La amplia colección de palmeras, cycas, bambúes, araucarias, y ficus, entre otras plantas subtropicales, unido a su riqueza de «fuentes, cascadas, puentecitos, albercas, casitas, invernaderos y estatuas, hicieron que el jardín fuera declarado histórico-artístico en 1943. Hoy día es declarado Bien de Interés Cultural (BIC)», subraya Blanca Lasso. Sólo hay que darse un pequeño paseo por el jardín originario y echar la imaginación a volar y pensar que la exuberante vegetación es la de cualquier país exótico. Eso sí, bien ordenada y dispuesta. Y sin sobresaltos por la presencia inesperada de animalitos salvajes y venenosos. Un paseo, como dirían en el siglo XIX, de lo más sosegado y sutil

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