martes, 8 de enero de 2013

LA SUPERSTICIÓN DEL 13



1. Según la Biblia había trece personas en la Última Cena de Jesucristo (él y sus doce apóstoles). De ahí que la tradición cristiana considere que nunca se deben sentar trece personas en una comida o una cena.

2. El código de Hammurabi -compilación de leyes y edictos auspiciada por HammurabÍ, rey de Babilonia- omite este número en su lista, por considerarlo de mal agüero.

3. La vida del músico alemán Richard Wagnerparecía estar indisolublemente ligada al número 13: nació en un año acabado en 13, la suma de las letras de su nombre y apellido son 13, los números de su año de nacimiento (1813) suman también 13, compuso 13 óperas y falleció un día 13.

4. En la mitología escandinava es bien conocido el banquete en el Valhalla al que fueron invitados doce dioses. Loki, el espíritu de la ira, el engaño y del mal, consiguió colarse, con lo que el número de los presentes llegó a trece. En la lucha que se produjo para expulsar a Loki, Balder, el favorito , falleció.

5. La misión espacial lunar Apolo 13 de la NASA fue lanzada el 11 de abril de 1970 las 13:13 horas.

6. En el cuento de hadas de origen europeo La Bella Durmiente, en la versión de los hermanos Grimm, el hada número trece no estaba invitada al bautizo de la princesa protagonista, pero irrumpió en la celebración y lanzó una maldición a la joven para que tras pincharse a los 15 años con un huso de hilar muriera. Un hada cambió la maldición de modo que, en lugar de morir, ella y todos los habitantes del palacio dormirían durante un siglo.

7. Para los egipcios, la vida era una búsqueda de ascensión espiritual que se llevaba a cabo en trece etapas, 12 en esta vida y la última (13) en “la vida eterna” tras la muerte.

8. El águila heráldica de la bandera estadounidense sostiene en una garra una rama de olivo como símbolo de la paz y trece estrellas sobre su cabeza, que en este caso no tienen que ver con la superstición sino que representan las trece colonias que originaron el país.

9. En Japón las supersticiones no se dirigen hacia el trece sino hacia el número cuatro, que se designa con un término cuyo sonido se parece a la palabra “muerte”. Por eso, el número de teléfono de los hospitales nipones nunca lleva el número cuatro, ni tampoco las habitaciones de los hoteles.

10. El miedo extremo al número 13 recibe el nombre de triscadecafobia
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